DISRUPTORES HORMONALES OCULTOS Y CÓMO EVITARLOS
Las hormonas desempeñan un papel crucial en la gestión del estado de ánimo, la respuesta al estrés y los procesos de descomposición de los alimentos del organismo, además de influir en el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, la prevalencia de compuestos alteradores endocrinos (EDC) en nuestro entorno supone una amenaza significativa para el equilibrio hormonal [2].
En este artículo, nos adentraremos primero en los signos del desequilibrio hormonal y trataremos el impacto de los EDC en diversos aspectos de nuestra vida cotidiana, desde los alimentos y el agua hasta la ropa y los perfumes.
SIGNOS DE DESEQUILIBRIO HORMONAL
Diversos síntomas pueden indicar anomalías hormonales, como fatiga, cambios de peso inexplicables, problemas cutáneos, alteraciones del apetito o la sed, dolores de cabeza, dolores musculares, molestias articulares, rigidez y edemas (retención de líquidos).
También pueden manifestarse síntomas específicos del sexo, como sequedad vaginal o dolores menstruales insoportables, adelgazamiento del cabello y cambios en el ciclo menstrual en el caso de las mujeres. Los hombres pueden experimentar cambios en el tejido mamario, reducción de la masa ósea y muscular, disminución del deseo sexual, disfunción eréctil y otros problemas si los niveles de testosterona están desequilibrados [7].
ALIMENTOS Y AGUA
Bisfenol A
El bisfenol A (BPA) destaca como un notable compuesto alterador endocrino (EDC) entretejido en el tejido de nuestras rutinas diarias. Esta sustancia química se encuentra con frecuencia en cristales antichoque, lentes, latas recubiertas de resina epoxi y envases de alimentos. La característica más preocupante del BPA es su capacidad para imitar a las hormonas naturales, lo que puede desequilibrar el sistema endocrino. La exposición humana al BPA está vinculada principalmente a la contaminación de los alimentos, afecta al desarrollo cognitivo de los niños, desencadena complicaciones en la respuesta inmunitaria, influye en el comportamiento, eleva la presión arterial y aumenta la susceptibilidad a la diabetes y las enfermedades cardiacas.
Sorprendentemente, aunque el envasado de alimentos contribuye sólo en un modesto 5% a la ingesta total de BPA, subraya la importancia de vías de exposición alternativas, como el contacto dérmico [4,8]. Es importante señalar que el BPA está prohibido en la nueva producción de productos para lactantes y niños pequeños, y totalmente en varios países industrializados (Francia, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Suecia, etc.). Sin embargo, sigue estando presente en la vida cotidiana de muchos.
Ftalatos
Otra clase de SAE son los ftalatos, presentes en los plásticos a base de cloro. Estos compuestos, utilizados como agentes suavizantes, pueden filtrarse de los envases de alimentos y dispositivos médicos, lo que supone un riesgo de alteración hormonal. El di-(2-etilhexil)ftalato (DEHP), un ftalato muy utilizado, se ha relacionado con anomalías reproductivas y depresión hormonal en animales de experimentación [8].
Filtra el agua
Considere la posibilidad de invertir en un sistema de filtración de agua para minimizar la exposición a los compuestos que alteran las hormonas en el agua. Esto puede ayudar a reducir los contaminantes que pueden interferir en el equilibrio hormonal [3]. Debe comprobar que cualquier sistema de filtración que elija para eliminar los subproductos de la desinfección también pueda filtrar el flúor. Por ejemplo, se cree que los filtros de carbón no eliminan suficiente fluoruro.
Coma productos ecológicos y utilice vidrio o acero inoxidable
Ciertos pesticidas se han relacionado con alteraciones hormonales. Siempre que sea posible, opte por alimentos ecológicos. Elija alimentos integrales en lugar de procesados y minimice los envases. Considere la posibilidad de utilizar recipientes de vidrio o acero inoxidable para reducir la exposición a los EDC presentes en ollas y sartenes antiadherentes [8].
ROPA
Los fabricantes de ropa suelen utilizar diversos materiales y productos químicos en el proceso de producción, algunos de los cuales pueden ser SAE. Lo ideal sería optar por marcas que den prioridad en sus prendas al algodón orgánico, el cáñamo, el bambú y los materiales naturales. Los tejidos resistentes al agua, en particular, pueden estar cargados de sustancias químicas que alteran las hormonas. Los estudios sugieren que la exposición aumenta cuando la ropa está sudada, lo que subraya la importancia de elegir bien los tejidos y las prácticas de lavado [8]. Aunque los materiales naturales pueden ser más caros, considere al menos elegir tejidos no sintéticos para la ropa interior y utilizar detergentes sin EDC para minimizar la exposición [8].
PERFUMES
La presencia de ftalatos en los perfumes ha llamado la atención porque estas sustancias químicas a veces se añaden intencionadamente como disolventes y fijadores. Los estudios han mostrado niveles preocupantes de ftalatos en algunos perfumes, con niveles de DEHP por encima del umbral límite de la UE a pesar de su prohibición. Además, algunos perfumes fabricados en países europeos contenían niveles de DBP superiores al límite regulado, lo que indica la importancia de conocer los ingredientes de los perfumes. Busque marcas de perfumes no tóxicos que garanticen que sus productos no contienen sustancias químicas nocivas como ftalatos, parabenos y otros ingredientes sintéticos [1].
DISPOSITIVOS INALÁMBRICOS
Los dispositivos inalámbricos son ya habituales en nuestra vida cotidiana, lo que suscita interés por su posible impacto en la salud. Los estudios indican que una exposición prolongada puede alterar las hormonas y afectar a la salud cerebral y reproductiva [6]. El consenso actual sugiere que la proximidad y la duración de la exposición importan más que la propia exposición. Por ejemplo, un estudio no detectó ningún efecto sobre las hormonas reproductivas con un uso diario breve del teléfono móvil de 2 horas al día, cinco días a la semana durante cuatro semanas. Sin embargo, dado que muchas personas pasan largos periodos cerca de sus dispositivos, las recomendaciones hacen hincapié en reducir la exposición. Algunas medidas sencillas son utilizar el modo altavoz para las llamadas largas -especialmente si se pasan horas al día en llamadas-, evitar llevar los dispositivos en los bolsillos todo el día y no dormir junto a ellos [5].
CONCLUSIÓN FINAL
Desde elegir alimentos ecológicos hasta filtrar el agua, pasando por optar por tejidos naturales en la ropa, seleccionar perfumes no tóxicos y reconocer los signos de desequilibrio hormonal, un enfoque holístico puede contribuir al bienestar general. Siempre hay pequeños cambios no demasiado caros y fáciles de aplicar, que contribuyen a disminuir la exposición a las SAE. Por ejemplo, se puede empezar por sustituir los recipientes de plástico por otros de vidrio o las sartenes antiadherentes por otras de acero inoxidable. El primer paso es tener la información; poco a poco, puedes crear un entorno más seguro para tu salud hormonal y general.
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