BODY SMART
CÓMO ESCUCHAR LAS SUTILES SEÑALES DEL CUERPO PUEDE AYUDARTE EN TU RUTINA DE ENTRENAMIENTO Y MEJORAR TU RENDIMIENTO.
La conciencia corporal es la mejor amiga del deportista. A continuación te explicamos cómo escuchar las sutiles señales del cuerpo puede ayudarte en tu rutina de entrenamiento y mejorar tu rendimiento.
Yo tenía 15 años y estaba sobremotivado, era un prometedor artista del Cirque con un fuerte sentimiento de invencibilidad que me hacía intrépido. Recuerdo lo valiente que todos -incluido yo mismo- pensaban que era por actuar lesionado. Mi obstinación, reforzada por un fuerte cóctel de analgésicos, hizo posible que actuara lesionado, pero a costa de mayores daños. Hoy no puedo ni empezar a entender lo que mi yo inmaduro y joven estaba pensando.
Uno de los maestros más significativos en la carrera de un atleta es su propia retroalimentación fisiológica. Desarrollar una comprensión precisa de la forma de expresarse de nuestro cuerpo es una de las bazas más importantes que tenemos para mejorar nuestro rendimiento, nuestra condición física general y nuestro bienestar.
¿Cuánto puede enseñarte tu cuerpo?
La "conciencia corporal" es un término polifacético. En cierto modo, se ha convertido en una expresión tabú , sobre todo en los casos en los que tenemos que superar nuestros límites a diario y a menudo lidiar con el dolor para alcanzar nuestra cima. Sin embargo, a menos que superes la creencia de que escuchar a tu cuerpo te hace frágil, nunca podrás utilizar toda tu gama de habilidades y convertirte en el atleta profesional que anhelas ser.
La conciencia corporal implica la conciencia sensorial: la capacidad de identificar y experimentar las sensaciones internas del cuerpo (por ejemplo, un músculo tenso) y el estado emocional/fisiológico general del cuerpo (por ejemplo, relajado, tenso). Si, como yo, llevas toda la vida trabajando con el cuerpo como herramienta principal -empezando cuando era una niña de 4 años que se tomaba muy en serio sus clases de ballet-, es posible que conozcas la sensación de analizar cada movimiento, ángulo, tipo e intensidad del dolor. Durante muchos años, mi primer pensamiento al despertarme por la mañana era: "¿Cuánto me duele?"
Procedía, desde mi cama, a realizar mentalmente un rápido escáner de todo mi cuerpo sin moverme y, a continuación, examinaba más a fondo cada molestia, dolor recurrente y lesión conocida para determinar cómo me iría el día y cómo podría ajustar mi entrenamiento para sacarle el máximo partido. No siempre he sido razonable, he abusado mucho de mi propio cuerpo durante años hasta que poco a poco aprendí, a menudo a través de malas circunstancias, a desarrollar una relación bidireccional con mi cuerpo y sacar el máximo partido de la biorretroalimentación natural.
El sobreentrenamiento no es un mito
El primer gran error que comete un deportista es no escuchar las señales de sufrimiento. El cuerpo humano es una criatura asombrosa, tiene la capacidad de comunicar hasta el más mínimo detalle lo que está bien o mal, dándonos pistas útiles para mejorar el bienestar. Conocer las condiciones exactas de cada uno es una ventaja muy poderosa.
Cuanto antes identifiques que vas por mal camino, menos daño te harás. Si se esfuerza mucho y de forma constante en su entrenamiento, pero ya no mejora e incluso a veces retrocede, quizá quiera preguntarse si está entrenando de forma equivocada. ¿Debería replantearse sus técnicas y su plan general, o simplemente está entrenando demasiado? No soy ajeno a ambos errores, pero ahora puedo reconocer cuándo mi falta de resultados o mi disminución de fuerza, energía, concentración y motivación no se deben a la pereza, sino a un enfoque equivocado o simplemente al grito de socorro de mi cuerpo pidiendo 48 horas de descanso.
En los deportes extremos, tendemos a no dar mucho valor a que la gente esté atenta al dolor o a las debilidades. Deberíamos pensar en la conciencia corporal como la inteligencia del cuerpo; cada información que recibimos puede utilizarse para mejorar el rendimiento físico, especialmente las más sutiles. Controlar el dolor y las molestias no significa ignorar sus orígenes. Tampoco estoy insinuando que debas echarte atrás al primer signo de dolor muscular; sé más abierto y comprensivo con tu propio cuerpo y utiliza las debilidades para acabar siendo más poderoso.
Mi experiencia personal
Mi relativa sabiduría es el resultado de un largo viaje en el que han influido muchos episodios de lesiones, sobreentrenamiento, pérdida total de capacidades corporales -a veces pensando dramáticamente que mi carrera había terminado-, desesperación y, finalmente, algo de sentido común. Personalmente, sigo siendo un superdotado, muy motivado para mejorar mi arte físico. Sin embargo, lo que ha cambiado hoy es que conservo una mentalidad completamente distinta a la que juraba cuando era aquel acróbata de 15 años. Trato a mi cuerpo con cariño y soy muy sensible a todas sus necesidades. Ahora rara vez sufro lesiones reales, porque soy capaz de prevenirlas reconociendo los primeros signos y actuando en consecuencia. Ajusto a diario mi alimentación, mi suplementación y mis tiempos e intensidad de entrenamiento, pero sigo un plan fijo para alcanzar nuevos objetivos.
Algunos trucos para empezar
Aprender no sólo a oír las necesidades de tu cuerpo, sino a escucharlas, es el primer paso importante para desarrollar la conciencia corporal. Esto es lo que creo que marca la diferencia entre un buen y un gran atleta, y mejora la duración de la propia carrera. Empieza por evaluar conscientemente y anotar en un diario cómo te sientes físicamente al principio y al final de cada día, detallando tantos aspectos como puedas notar y recordar.
Hay tres aspectos básicos que debes personalizar y conectar con tu diario: entrenamiento, dieta/suplementación y sueño. Asegúrate de hacer un seguimiento de estos aspectos y de cómo te sientes. Esta sencilla tarea pronto se convertirá en parte de tu rutina deportiva.
En segundo lugar, simplemente estirando correctamente, mejorarás la relación de tu cerebro con tus músculos y articulaciones y su capacidad para controlar la coordinación y la función muscular. Al mejorar dichas conexiones, la exploración física que he descrito anteriormente será más fácil y precisa.
Además, la meditación puede ser una valiosa extensión de la biorretroalimentación. El estado meditativo requiere ser consciente de las señales internas, físicas y psicológicas y, por lo tanto, puede ser útil como técnica de habilidades mentales, especialmente durante situaciones estresantes como las competiciones.
Mi mensaje pretende llegar a todas las personas, atletas de élite o no. Deja de escuchar lo que "deberías" estar haciendo, y empieza a escuchar un poco más a tu propio cuerpo, es asombroso lo mucho que te enseñará.
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